El inconsciente
El inconsciente es un sistema y un lugar psíquico desconocido para la conciencia. Debido al inconsciente desarrollamos comportamientos que no dependen de nuestra voluntad o que realizamos muchas veces de forma inadvertida, es decir, sin darnos cuenta.
El inconsciente está formado por contenidos reprimidos que son apartados de la conciencia, enterrados, pero que muestran una permanente e intensa actividad psíquica a través de mecanismos inconscientes, que afloran aunque no queramos.
Veremos los mecanismos inconscientes más comunes en próximos artículos.
Todo está relacionado
Nuestro modo de trabajar, de relacionarlnos, de alimentarnos, nuestra sexualidad, nuestro modo de …
Es una red que se entrelaza
Mecanismos inconscientes:
- Disociación: el inconsciente nos hace olvidar enérgicamente eventos o pensamientos que serían dolorosos si se les permitiese acceder a nuestro pensamiento consciente. Pareciera que vivimos realidades paralelas. Tabiques en la mente y desapego afectivo.
- Negación: tratamos factores obvios de la realidad como si no existieran. Ojos que no ven, corazón que no siente.
- Aislamiento: Pensar los sentimientos para evitar sentirlos. Es la separación del recuerdo y los sentimientos (alexitimia).
- Proyección: sentimientos o ideas dolorosas son proyectadas hacia otras personas o cosas cercanas pero siento ajenas como si no tuvieran nada que ver conmigo. Veo la paja en el ojo ajeno y no veo la viga en el mío propio. Supercinexin.
- Introyección (lo opuesto a proyección): es la incorporación subjetiva por parte de una persona de rasgos que son característicos de otra. Ejemplo: una persona deprimida quizá incorpora las actitudes y las simpatías de otra persona y así, si esa otra persona tiene antipatía hacía alguien determinado, el deprimido sentirá también antipatía hacia esa persona determinada.
- Regresión: retorno a un funcionamiento mental de nivel anterior, más infantil, volviendo a la seguridad de la niñez.
- Formación reactiva: para prevenir que emerja un pensamiento doloroso o controvertido, el pensamiento o conducta es sustituido inmediatamente por otro radicalmente opuesto, más aceptable.
- Desplazamiento: descargar las emociones donde resulta más fácil. El sentimiento conectado a una persona o hecho en particular es separado, y se coloca en otra persona o hecho menos amenazador. Las cosas no son lo que parecen.
- Racionalización: es la sustitución de una razón inaceptable pero real, por otra aceptable.
- Compensación:
- Intelecutalización: pensar en abstracto para ocultar sentimientos.
- Identificación
- Anulación retroactiva
- Identificación
- Idealización
- Fantasía
- Agresión pasiva
- Acting out y activismo: actividad para evitar pararse a sentir.
- Supresión
- Altruismo, humor, sublimación
El extraño que llevamos dentro
«Todos llevamos dentro un extraño que nos acompaña. Vivimos como si nos conociéramos, como si supiéramos bien cómo somos, pero no es así. Muchas veces nos comportamos de forma que hasta para nosotros resulta misteriosa. […..]
Estamos habitados por un extraño que se ocupa de que se nos olviden cosas, que nos hace soñar, que nos hace comer más de la cuenta o nos deja sin hambre porque nos invade con otras preocupaciones. En nuestra relación con la “alimentación emocional”, nos comportamos en ocasiones de forma contraria a la que nos gustaría. Así, amamos a quien nos perjudica o no amamos a quien nos trata bien.
El psicoanálisis llama “inconsciente” a este extranjero que vive dentro de nosotros. El inconsciente está constituido por un mundo pulsional que determina nuestros más íntimos deseos».
«Alimentación Emocional», Isabel Menéndez
Formas de acceder al inconsciente
El inconsciente emerge cuando menos lo esperamos. Las vías más frecuentes para poder interpretarlo son: los sueños, los lapsus con el lenguaje o con la acción, durante el discurso en un análisis con el terapeuta.
Ante el inconsciente siempre nos encontramos con Resistencias
nasio «Ocúpese de construir la relación con su paciente con miras a conducirlo a la autopercibir su inconsciente». A esa concientización —que yo llamo visual— del inconsciente, Freud no renunció jamás. Se puede incluso decir que la evolución de la técnica psicoanalítica no ha sido sino una sucesión de acondicionamientos en vista de operar más seguramente el pasaje del inconsciente al consciente. Al principio, Freud utilizó el método catártico2 ; después de éste, el método de la asociación libre3, y, casi simultáneamente, al descubrir el fenómeno de la transferencia4, hizo de éste un agente terapéutico. Que sea la catarsis, la asociación libre o la interpretación de la transferencia, todos esos procedimientos perseguían un mismo objetivo: hacer consciente el inconsciente comprendiendo bien que no se trata de un acto intelectual que iría de la ignorancia al saber, sino del resurgimiento de una emoción dolorosa y olvidada. Autopercibir su inconsciente significa autopercibir su fantasma Pero, es aquí que yo quisiera exponer mi tesis de la autopercepción, la cual se inscribe en el trabajo de una investigación. Hasta aquí, he hablado de autopercepción del inconsciente, pero de hecho, habría debido decir: autopercepción de un fantasma. Yo considero que la concientización visual del inconsciente o la revivificación de un acto reprimido, no son sino unas maneras de designar una experiencia esencial: la visualización de un fantasma. 2 Nota de Nasio: Se trata, para el paciente, de liberarse de las pulsiones y afectos que él ha reprimido en su subconsciente y que son el origen de su sufrimiento. 3 Nota de Nasio: La asociación libre reposa sobre la relación espontánea de palabras, de imágenes de recuerdos. 4 Nota de Nasio: La transferencia es el acto por el cual el analizante reporta sobre la persona del psicoanalista un sentimiento olvidado, que ya había sentido en su infancia en relación
Un pensamiento en “El inconsciente”